La piedra en el zapato de las tensas relaciones del embajador español Jesús Silva con el gobierno de Nicolás Maduro fue la fuga del opositor Leopoldo López que permaneció un año y medio en esa sede diplomática. Maduro insultó al embajador en este trance y lo comprometió a la salida de López a Madrid, donde está desde el pasado lunes.
Las relaciones diplomáticas de España con Venezuela se congelan si se piensa que el presidente Pedro Sánchez recibió a Leopoldo López en Madrid, aunque dejó claro que en su calidad de jefe del Partido Socialista, mientras que otros miembros de su partido como el ex presidente Rodríguez Zapatero han apoyado a Maduro en otros momentos. Del mismo modo, Pablo Iglesias de Unidas Podemos, que gobierna en coalición con el PSOE, también ha sido un aliado del régimen chavista.
Silva había estado dirigiendo el equipo diplomático y consular de España en Caracas desde marzo de 2017 cuando presentó sus credenciales a Maduro en el Palacio de Miraflores
