Los manifestantes incendiaron los contenedores de basura y la policía respondió con rociadores de hidrantes en el centro de Roma el martes por la noche, como parte de una jornada de protesta pública contra las medidas de lucha contra el virus, como los cierres nocturnos de restaurantes y bares y los cierres de gimnasios y teatros, una señal del creciente descontento en toda Europa por la renovación de las restricciones contra el coronavirus.
Los peatones y automovilistas que volvían a casa del trabajo en Roma fueron tomados por sorpresa cuando los manifestantes, algunos de ellos encapuchados y miembros de un grupo político de extrema derecha, prendieron fuego a los contenedores de basura en la Piazza del Popolo, volcaron motocicletas y ciclomotores estacionados y lanzaron bombas de humo, informó la televisión estatal. Las camionetas de la policía desataron torrentes de agua para dispersarlos.
Fue la quinta noche consecutiva de protestas violentas en Italia, después de los recientes toques de queda nocturnos en metrópolis como Nápoles y Roma.
Después de que las protestas del lunes por la noche se volvieran violentas en la capital financiera de Milán, la policía arrestó a 28 personas. Y en la ciudad industrial del norte de Italia, Turín, al menos 11 fueron arrestadas, incluyendo dos que rompieron la ventana de una boutique de Gucci y despojaron a un maniquí de su pantalón amarillo limón.
Toda Europa está lidiando con cómo detener un resurgimiento otoñal del virus antes de que sus hospitales se vean abrumados de nuevo.
Se han implementado toques de queda nocturnos en las ciudades francesas. Las escuelas deben cerrar a las 6 p.m. Las escuelas han sido cerradas en Irlanda del Norte y la República Checa. Las autoridades alemanas han ordenado cierres de facto en algunas zonas cerca de la frontera austriaca y cada semana aparecen nuevos requisitos de uso de máscaras en todo el continente, incluido un requisito nacional en Rusia.
