martes, mayo 14

El informe de lesiones de los Chiefs contenía un susto previo al Super Bowl

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A estas alturas, en el período previo al Super Bowl LVIII, el panorama general en lo que respecta a las lesiones está bastante bien establecido.

Los 49ers de San Francisco tienen un buen estado de salud colectivo, con sólo seis nombres en el informe oficial del jueves; cinco de esos hombres participaron en la práctica con capacidad limitada, y al sexto (Trent Williams) simplemente se le dio algo de tiempo para descansar. Sin embargo, del lado de los Kansas City Chiefs, las cosas son un poco diferentes.

El jueves, el informe de lesiones de KC incluía 10 nombres. La mayor ausencia, Joe Thuney, aún no practicó por un problema en el pectoral. Todos los demás, incluido Jerick McKinnon, quien ahora está en su ventana para regresar de la lista de reservas lesionados, participaron al menos de manera limitada.

Pero dentro de esas listas “LP”, había un nombre inesperado: el receptor abierto Rashee Rice.

Cuando piensas en la ofensiva de los Kansas City Chiefs, liderada por Andy Reid y cuenta con los talentos de Patrick Mahomes y Travis Kelce, es fácil pensar que la unidad puede absorber cualquier desafío. En caso de duda, deja que el número 15 haga su magia, ¿verdad?

La temporada regular de 2023 demostró que ese no es exactamente el caso. Los Chiefs comenzaron el año sin un segundo receptor detrás de Kelce (las caídas y la inconsistencia general plagaron el espacio de los receptores abiertos) y la ofensiva pagó el precio. Con los equipos rivales detrás de Kelce, Mahomes tuvo que buscar en otra parte; cuando esas opciones no podían funcionar, la unidad se detenía.

Pero en el transcurso de la temporada, Rice, un novato de SMU, encontró su ritmo. Si bien todavía hubo algunos problemas en el camino, demostró ser un receptor de pases confiable en el tráfico y alguien que podía convertir un pase corto en una gran jugada. Eso resultó ser un antídoto vital para los problemas ofensivos del club. Entre Kelce, Rice y el corredor Isiah Pacheco, las defensas no pueden centrarse demasiado en un jugador.

Si prefiere una prueba numérica de la importancia de Rice, las estadísticas son claras. Durante la temporada regular, realizó 79 recepciones para 938 yardas y siete touchdowns. Las cosas están un poco más tranquilas en la postemporada (20 recepciones para 223 yardas y un touchdown), pero aun así ha tenido un impacto.

En ese contexto, ver al novato aterrizar en el informe de lesiones del jueves como un participante limitado en la práctica se veía mal. No. Este es un breve resumen.

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