sábado, mayo 4

Esta araña parece una hormiga. ¿Puede usted decir la diferencia?

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Es posible que algunas hormigas en realidad no sean hormigas en absoluto y, en cambio, sean otros animales que se hacen pasar por ellas.

Las imágenes de un nuevo artículo publicado en la revista Biology Letters muestran hormigas, otros insectos y arañas que lucen increíblemente similares, un descubrimiento que sorprendió a los científicos.

Muchos insectos han evolucionado hasta parecerse a las hormigas para escapar de los depredadores, pero resulta que las arañas también podrían imitar a las hormigas, y mucho más eficazmente de lo que los científicos pensaban al principio.

Los organismos vivos evolucionan y cambian a lo largo de millones de años a través de un proceso de evolución adaptativa, que es cuando los rasgos que permiten al organismo vivir más y tener más bebés (rasgos adaptativos) se transmiten a la siguiente generación. Sin embargo, a veces existen limitaciones para la evolución, como cuando un salto evolutivo es demasiado grande para darlo, incluso si el resultado final fuera beneficioso, como cuando los humanos desarrollan repentinamente alas.

A veces, los organismos evolucionan para parecerse exactamente a otros, lo que se conoce como mimetismo. Esto puede ser beneficioso para un organismo si lo que está copiando da miedo o es venenoso, lo que significa que los depredadores evitarán comérselo. Las hormigas, en particular, suelen ser agresivas, tienen un sabor desagradable y atacan en grupos, lo que significa que parecerse a una hormiga es una ventaja.

Muchos insectos hacen precisamente esto, habiendo evolucionado hasta parecerse a las hormigas. Sin embargo, se suponía que las arañas, a diferencia de los insectos más estrechamente relacionados con las hormigas, eran menos capaces de imitar a las hormigas debido a limitaciones evolutivas. Los investigadores descubrieron que no es el caso.

“Esperábamos que las arañas que imitan a las hormigas tuvieran más probabilidades de experimentar limitaciones en la imitación de la forma del cuerpo en comparación con los insectos que imitan a las hormigas debido a su considerable distancia filogenética y morfológica del modelo. Sin embargo, nuestros resultados no respaldan esta expectativa”, afirman los autores. escribió en el periódico. “Los imitadores de arañas más precisos son casi tan buenos como los imitadores de insectos más precisos, tanto dorsal como lateralmente”.

Los investigadores concluyeron que, por lo tanto, la imitación imperfecta de las arañas o los insectos no se debe a limitaciones evolutivas. Las limitaciones pueden superarse si la presión de la selección natural es lo suficientemente fuerte.

Descubrieron que las arañas eran peores en comparación con otros insectos a la hora de imitar lateralmente a las hormigas, ya que eran demasiado largas y tenían colas más largas. Sin embargo, esto puede deberse a que no hay mucha presión sobre ellos para que se vean exactamente iguales. Este es un breve resumen.

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