domingo, mayo 12

El adagio de “matar de hambre a la fiebre” es un mal consejo, advierte un virólogo

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A medida que avanza el invierno, la temporada de resfriados y gripe está en pleno apogeo. Y con secreción nasal y dolor de cabeza, incluso los más escépticos entre nosotros pueden verse tentados a recurrir a cuentos de viejas y remedios caseros.

Sin embargo, no sólo suelen ser ineficaces, sino que los científicos han advertido que algunos pueden ser perjudiciales para nuestra salud. Tomemos como ejemplo el viejo dicho: “alimentar un resfriado, matar de hambre a la fiebre”. Sí, debemos alimentar nuestro cuerpo cuando estamos resfriados, pero la energía y los nutrientes son igualmente importantes cuando tenemos fiebre.

La fiebre, al igual que el exceso de mucosidad, es sólo uno de los muchos mecanismos de defensa de nuestro cuerpo para deshacerse de bacterias y virus. “A muchos [organismos que causan enfermedades], en particular a los virus, no les gustan las altas temperaturas”, dijo a este sitio Pedro Piedra, profesor de virología molecular, microbiología y pediatría de la Facultad de Medicina de Baylor. “La fiebre afecta su capacidad de replicarse”.

Pero, ¿cómo reacciona nuestro cuerpo ante este aumento de temperatura? “Cuando tienes fiebre, hay una mayor demanda metabólica [de energía]”, dijo Piedra.

En otras palabras, necesitamos más energía, no menos. De hecho, los estudios han demostrado que aumentar la temperatura en tan solo 1 grado Celsius aumenta el consumo de calorías del cuerpo en un 10 por ciento.

Y eso no es todo. “Además, una de las formas en que el cuerpo intenta enfriarse es empezar a respirar un poco más rápido”, dijo Piedra. “Así que necesitas más energía y también estás perdiendo más agua. Podemos deshidratarnos más fácilmente porque perdemos agua por evaporación mientras respiramos”.

Cuando le arde la garganta, es bastante fácil recordar beber más agua. Pero comer lo suficiente puede resultar difícil cuando uno está postrado en cama debido a las náuseas y el malestar. “[En este caso], sugeriría comer tipos de pies más suaves”, dijo Piedra. “Una buena sopa de pollo o cordero te aporta calorías y deshidratación, por lo que las sopas son excelentes [cuando estás enfermo]”.

Además de combatir la infección, la fiebre también puede ser una señal de peligro.

“Demasiada fiebre puede ser muy problemática, especialmente para los niños, por lo que conviene mantenerla baja”, dijo Piedra. “Cuando no se sienta bien y tenga fiebre alta, recuerde comunicarse con su médico o enfermera y pedirle consejo. Este es un breve resumen.

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